La Selección Peruana cerró el año con un motivo para celebrar. El último ranking FIFA ha colocado a la Blanquirroja en el puesto 51, un ascenso que, aunque modesto, marca un cambio de tendencia tras meses de resultados discretos. Con 1459,57 puntos, el equipo nacional logra un respiro en un año complicado, demostrando que aún hay margen para crecer. Pero lo más llamativo no es solo el número, sino a quién dejó atrás en la tabla.
El avance se produjo gracias a un triunfo clave: un 2-0 sobre Bolivia en Chincha, con goles de Piero Magallanes y Bassco Soyer. El partido, organizado por la SAFAP, sirvió como termómetro para medir el nivel de jóvenes valores y mantener la competitividad. Pedro Gallese, capitán del equipo, lideró desde el arco un encuentro que terminó siendo más que un amistoso: una declaración de intenciones.
El golpe anímico: superando a Chile en la tabla
Por primera vez en mucho tiempo, Perú mira desde arriba a su clásico rival. Chile cayó al puesto 52, quedando relegado por la Blanquirroja en el escalafón mundial. Este pequeño pero simbólico triunfo en el papel no solo alimenta el orgullo nacional, sino que también envía un mensaje claro: el proceso de reconstrucción está dando señales de vida. Mientras Bolivia se hunde al 76, Perú logra un respiro psicológico clave.
La CONMEBOL sigue siendo el continente más competitivo del mundo, con Argentina (2°), Brasil (5°) y Colombia (13°) dominando el top global. Sin embargo, en la pelea por no quedar rezagados, cada posición cuenta. Ecuador (23°) y Uruguay (16°) mantienen su solidez, mientras Paraguay (39°) y Venezuela (48°) buscan consolidarse. En ese contexto, el ascenso peruano adquiere mayor relevancia.
Los jóvenes que marcaron la diferencia
El partido en Chincha no solo sumó puntos, sino que reveló nombres para el futuro. Bassco Soyer, con su gol, confirmó que el fútbol local sigue produciendo talentos con proyección. Junto a Piero Magallanes, demostraron que la cantera peruana tiene qué ofrecer. La afición y la prensa no tardaron en destacar su desempeño, viendo en ellos una luz de esperanza para las próximas eliminatorias.
Pedro Gallese, figura indiscutible bajo los tres palos, sigue siendo el pilar de un equipo en transición. Su liderazgo en el campo y su experiencia son activos invaluable para un grupo que busca reencontrarse con su mejor versión. El arquero, consciente de la importancia del momento, ha dejado claro que el objetivo es seguir creciendo: "Cada victoria, por pequeña que sea, nos acerca a donde queremos estar".
2026: el año que Perú no puede desperdiciar
Con la mirada puesta en el Mundial 2026, la Selección Peruana sabe que no hay tiempo que perder. El puesto 51 es un punto de partida, pero el desafío real comienza ahora. Las eliminatorias serán implacables, y cada error podría costar caro. Sin embargo, el triunfo ante Bolivia y el ascenso en el ranking inyectan confianza en un proceso que necesita resultados concretos.
El sueño mundialista sigue vivo, pero requiere más que victorias amistosas. La SAFAP y el cuerpo técnico tienen la misión de consolidar un equipo competitivo, capaz de enfrentar a los gigantes de la CONMEBOL. Magallanes, Soyer y otros jóvenes tendrán que dar el salto definitivo, mientras las figuras consagradas, como Gallese, mantienen el rumbo. El 2026 no espera, y Perú tampoco puede hacerlo.

















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